Mi colegio cada año organiza una subida caminando a Montserrat caminado des de Terrassa.
El colegio un mes antes reparte hojas a los alumnos las inscripciones para la caminata, donde no solo pueden participar los alumnos, también lo pueden hacer personas que no tengan nada que ver con el centro. Me inscribí al día siguiente, sin pensármelo, decir que ya era mi segundo año. Este salida no es gratuita ya que tienes que pagar el bus de ida que te lleva hacía Terrassa y luego el bus que trae de vuelta des de Montserrat.
Es una subida "popular", por lo tanto no es una carrera por ver quien llega el primero arriba, en esta caminata gana todo el mundo.
Siempre suele hacerse el ultimo viernes de cada mes de octubre casa año, y este año no iba a ser diferente.
La quedada era a las 21.30 en la puerta del colegio, para pasar lista de todos los participantes (en total unos 180) y cenar un bocata, para después subirnos a los autobuses y ponernos en marcha.
Cuando pasan lista todos los participantes entran a una sala para poder organizarlo todo mejor, cuando esta todo el mundo dentro, se realiza un sorteo de un lote de productos, y este año como novedad han organizado un concurso fotográfico que premiaba con una cámara deportiva la mejor foto de la subida.
Esta era mi segunda experiencia ya, el año anterior fue el primero, y como me gusto tanto, pues quise volver a repetir. Llegué el primero arriba el año pasado, pero este tenia un objetivo diferente, hacerlo junto a mi madre.
A las 22.30 ya estabamos todos en los autobuses rumbo al punto de inicio. Llegamos allí alrededor de las 23.20. Empezamos a caminar alrededor de las 23.30.
El recorrido esta separado en tres franjas, las dos primeras muy asequibles, apto para todas las edades, la única dificultad es que las dos suman 22 kilómetros, en estos dos tramos el grupo siempre va unido, nadie puede adelantarse a la organización. El ultimo tramo es lo mas duro del recorrido, son solo 3'5 kilómetros, pero todos para arriba, es casi escalar.
Los tramos a las 5.50 ya estaban acabados y solo nos quedaba lo más duro. Fui con mi madre todo el recorrido hasta este momento, aquí ella me dijo: tira para arriba va.
Y no me lo pensé dos veces, comencé a tirar para arriba como una liebre. En media hora estaba arriba, hice mucho mejor tiempo que el año pasado. Mi madre llegó 25 minutos después que yo, me sorprendió gratamente.
Ahora empezaba la mejor parte de esta pequeña aventura, el amanecer, es inexplicable explicaros lo que se siente al ver aquello. Simplemente os digo que vayáis y disfrutar de aquello.
Aquí os dejo la foto que me hizo ganar la cámara deportiva.
Hasta luego lectores!
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